Suminagashi, la tinta que flota en el agua
es un arte japones que comenzo a principios del siglo XII.
El artista con un pincel y tinta, toca ligeramente la superficie del agua, lo cual crea un circulo;
después en el mismo lugar con otro color, o con un dispersante (jabón) que es actúa como una tinta invisible, se crean formas simples que pueden complicarse con el movimiento que produce el aire.
Este tipo de arte ayuda a calmar el alma y enseña a ser paciente; también tiene efectos terapéuticos positivos para quienes padecen de alguna enfermedad psicosomática y para niños discapacitados. El sistema nervioso se equilibra, gracias a ese efecto relajante que causa.
